De regreso a este mi querido blog, ya casi
con 100 entradas y con unas 18000 visitas, gracias a todos los lectores por
esto, espero que les agrade esta historia, que por cierto se me ocurrió mientras
veía las estrellas.
La oscuridad de las sombras reinaba en mi
cuarto, iluminado tenuemente con la luz de una vela, una pequeña flama rojiza bailaba
al vaivén del viento proyectando sombras monstruosas con los muebles del
cuarto, mi ropero un dragón gigante con el estómago lleno de ropa, a mis
adentros pensé que tenía indigestión por comer tanto, dragón color cobre que
yacía en silencio cerca de mi cama asechando a su próxima víctima que podría
ser yo, un sudor frio recorría mi frente y mi espalda, con escalofríos en mis
brazos, gritar no era una opción, ya que estaba solo en casa o al menos eso
pensaba pues los monstruos se desatan en la oscuridad, el silencio reinaba y en
momentos se perturbaba con mi respiración, otras por mi corazón al latir,
cuando casi se salía de mi pecho.
Tome el rosario que estaba bajo mi
almohada y comencé a orar, en ese momento la electricidad volvió y las luces de
mi habitación y toda mi casa se encendieron, pero ¿Cómo?, si nunca apreté
ningún interruptor, al despertar no había luz pues la pequeña lámpara de noche
no brillaba y ahora toda la casa se iluminaba, pero no por mucho tiempo, ya que
lo que estaba en el ropero apago todas las luces para volver a estar cómodo...
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