Al escribir esta historia tenía dudas
sobre subirla en el tema de los animales pero me decidí pues se involucra con
ellos al igual que la del día de mañana. Esta historia me la contó un amigo que
tenía un rancho en donde pasaban cosas raras, el me comento varias historias
pero ahora solo les comentare la que va con el tema.
Una noche el encargado de la caballeriza no podía dormir, porque sentía algo raro, entonces se levantó, vio por la ventana que miraba hacia las caballerizas y pudo ver a un caballo negro, que estaba al lado de estas. Él se extrañó, pues no había caballos negros en el rancho y pensó que se había escapado de algún otro lugar cercano, así que pensó en salir, para evitar que este caballo hiciera destrozos o se quisiera meter a las caballerizas a molestar a los otros caballos.
Como salió directamente a las caballerizas, se topó de frente con el equino y pudo notar que no era un caballo normal, pues tenía los ojos rojos como brazas y de su boca le salía espuma y cuando sus cascos daban contra el piso sacaban chispas. Después de quedar un poco atontado con aquel ser, se incorporó y se fue a la casa caminando hacia atrás.
Se metió a su cuarto, con los pelos de punta e intentó dormir como pudo, a la mañana siguiente, el empleado se despertó un poco más tarde de lo que acostumbraba, pues temía toparse con aquel horrible equino, como eran las 7 de la mañana, el dueño llegó y fue hacia las caballerizas, pues tenía ganas de montar ese día y creyó que el encargado estaba haciendo otras cosas.
El dueño al entrar a las caballerizas y ver lo que tenían los caballos rápidamente llamó a su capataz, y le mostró que todos los caballos tenían una trenza en su crin, el empleado con desconcierto, le contó a su patrón lo que había pasado la noche anterior, este le dijo que se trataba del sombreron y que había tenido suerte de no topárselo, porque de haberlo visto le hubiera ganado el alma.
Mi amigo me comentó que cuando el sombreron monta un caballo siempre lo trenza y que nadie puede deshacerla, por más fuerte que sea, pues la trenza se va sola con el paso del tiempo. Mañana en el blog FENIX
ARCANUS habrá un artículo especial por el viernes trece léanlo explica
de donde proviene esta superstición y todo lo referente a ella.
Como salió directamente a las caballerizas, se topó de frente con el equino y pudo notar que no era un caballo normal, pues tenía los ojos rojos como brazas y de su boca le salía espuma y cuando sus cascos daban contra el piso sacaban chispas. Después de quedar un poco atontado con aquel ser, se incorporó y se fue a la casa caminando hacia atrás.
Se metió a su cuarto, con los pelos de punta e intentó dormir como pudo, a la mañana siguiente, el empleado se despertó un poco más tarde de lo que acostumbraba, pues temía toparse con aquel horrible equino, como eran las 7 de la mañana, el dueño llegó y fue hacia las caballerizas, pues tenía ganas de montar ese día y creyó que el encargado estaba haciendo otras cosas.
El dueño al entrar a las caballerizas y ver lo que tenían los caballos rápidamente llamó a su capataz, y le mostró que todos los caballos tenían una trenza en su crin, el empleado con desconcierto, le contó a su patrón lo que había pasado la noche anterior, este le dijo que se trataba del sombreron y que había tenido suerte de no topárselo, porque de haberlo visto le hubiera ganado el alma.
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