Hoy con motivo del viernes 13 un día muy
especial para el mundo de lo sobrenatural, les traigo una leyenda un poco corta
pero que vale la pena leerla y ocurrió hace muchos años en Jiquipilas Chiapas. Esta historia le sucedió a mi abuelo pero
como yo no pude conocerlo en vida mí mama y mi abuelita me han platicado esta
historia.
Mi abuelo, como un típico hombre de campo, salió un día a realizar sus labores de agricultura, pero se desvió un poco de su camino y llegó a lo que parecía un cerro, ahí vio a unos cachorros de coyote, ya que en esos tiempos era muy fácil toparse con esa clase de animales.
Como le dio curiosidad, él quiso atrapar uno, pues pensaba llevárselo a casa y tratarlo como a un perro, pero estos no se dejaban atrapar fácilmente, por lo cual los fue siguiendo hasta un tipo peñasco. Mi abuelo sintió algo que le indicaba que viese hacia arriba, pues tenía su vista fija en los coyotitos que estaban atrapados entre unas piedras.
Rápidamente subió la mirada y pudo ver a un hombre que estaba sentado en una roca alta, este personaje tenía un paliacate en su frente, pero lo que más desconcertó a mi abuelo, fue que tenía un par de cuernos como de carnero, asustado, se fue caminando hacia atras de ahí, mientras aquel personaje se quedó con una sonrisa en el rostro y moviendo las piernas, como si en un columpio estuviera.
Mi mamá y mi abuelita me dijeron que, si hubiera seguido intentando atrapar a los coyotes, el diablo se hubiera ganado el alma de mi abuelo, bueno, es que antes se decía que los coyotes eran los perros del diablo.
Como le dio curiosidad, él quiso atrapar uno, pues pensaba llevárselo a casa y tratarlo como a un perro, pero estos no se dejaban atrapar fácilmente, por lo cual los fue siguiendo hasta un tipo peñasco. Mi abuelo sintió algo que le indicaba que viese hacia arriba, pues tenía su vista fija en los coyotitos que estaban atrapados entre unas piedras.
Rápidamente subió la mirada y pudo ver a un hombre que estaba sentado en una roca alta, este personaje tenía un paliacate en su frente, pero lo que más desconcertó a mi abuelo, fue que tenía un par de cuernos como de carnero, asustado, se fue caminando hacia atras de ahí, mientras aquel personaje se quedó con una sonrisa en el rostro y moviendo las piernas, como si en un columpio estuviera.
Mi mamá y mi abuelita me dijeron que, si hubiera seguido intentando atrapar a los coyotes, el diablo se hubiera ganado el alma de mi abuelo, bueno, es que antes se decía que los coyotes eran los perros del diablo.

Comentarios
Publicar un comentario