Esa misma noche tenía miedo de dormir de
nuevo, ya que pensaba en que me sucedería lo mismo, peleé y peleé contra el
sueño, pero contra un gigante no se puede ganar así que a las pocas horas me
quede dormido, sumergido en mi sueño, un sueño involuntario que temía que
sucediese pero aun así sucedió.
¡Sucedió!, si, lo mismo de la noche anterior, nuevamente me levante de
improviso y mi cuerpo astral se separó del físico, dejándome una vez más
confundido y temeroso, pero esta vez era diferente, el ambiente se notaba un
poco pesado como si algo o alguien me observar en cualquier rincón, pensé que
era imposible pues a tu cuerpo astral nadie lo puede ver, pero pronto me daría
cuenta que estaba muy equivocado.
Camine por toda la casa, tratando de disfrutar el momento y así fue, pues
pase de estar asustado a sentirme bien pues podía hacer cosas que antes no
podía, como flotar o atravesar paredes, era divertido hasta que vi unos ojos
rojos detrás mío que parecían observarme con maldad, me asuste y corrí hasta
que me topé con otra criatura aterradora.
Esa cosa era peluda como un mono aunque más alta, tenía dos brazos
fuertes y musculosos y una cola enrollada con la que se sostenía, esta cola
parecía de serpiente, pero lo que más me impacto fue su rostro deforme, con una
mueca aterradora que dejaba ver un único ojo en la frente de aquel ser, una
nariz como de toro y unas fauces llenas de afilados dientes.
La cosa que me seguía por detrás no era tan diferente, pues también
asustaba mucho, la única diferencia entre estas dos vestías era el color, pues
la que me perseguía era de color negro y la que me encontré después era de
color marrón, también sus ojos eran diferentes, pues una tenía dos mientras que
la bestia color marrón tenía solo un ojo.
La bestia marrón me sujeto mientras la negra agarraba una especie de
frasco color negro que parecía tener algo dentro y que quería que me comiera,
después de esto no recuerdo más, solo sé que desperté bajo mi cama, junto a una
carta que parece estar escrita con sangre, la cual no me atrevo a abrir por
temor a lo que contenga.
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