La historia de hoy tiene lugar hace más
de 300 años en la antigua Guatemala en donde es muy común estos hechos
sobrenaturales, en esta época la ciudad era una de las más importantes de las
américas que en aquel tiempo estaban bajo el dominio español llegando a recibir
el título de la ciudad más bella de las Indias, por su imponente arquitectura
tipo barroca que en lo particular se me hace muy bonita.
En esos tiempos la ciudad era habitada
por ricos hacendados, militares y figuras políticas de la colonia, dentro de
estos un hombre muy adinerado venido de España contrajo matrimonio con una
simple indígena de la región que era realmente hermosa, de este amor, que fue
muy mal visto en esos tiempos, nació una linda niña llamada Rosa.
Rosa desde muy joven demostró ser una
de las muchachas más bellas de la región pues la belleza de su madre se había
combinado con lo finos rasgos españoles que la hacían la envidia de cualquier
mujer y el dolor de cabeza de cualquier joven que se le cruzaba.
A la edad de 22 años rosa ya era toda
una señorita hecha y derecha ella por insistencia de sus padres no se había
comprometido aun, aunque le sobraban pretendientes, ella conocía a un muchacho
criollo desde muy pequeña y se habían enamorado perdidamente, su padre al saber
de esto le prohibió rotundamente el estar con este chico pues la diferencia de
clases sociales era muy grande.
Al ver que sus padres eran muy
estrictos planeo huir con José que era el nombre del criollo que amaba a Rosa,
pero el joven se negó pues era muy creyente de la fe católica y no podía hacer
algo como eso, Rosa muy triste por la respuesta de su amado se encerró en su
habitación por varios días hasta que una noche afuera de su balcón se escuchó
una serenata.
Ella pensando en que era José abrió las
ventanas de su habitación para ver quién era, pero no vio a nadie ya que al
abrir la ventanas todo se había calmado regresando al silencio de la noche, al
día siguiente Rosa despertó con su vitalidad y felicidad de siempre ya no se
sentía triste pues pensaba que José llegaría en cualquier momento a pedir su
mano, aunque ese día no ocurrió nada, la hermosa chica se fue muy feliz a
dormir.
Esa noche también escucho la serenata y
repitió lo mismo de la vez pasada obteniendo los mismos resultados, pero eso no
entristecía a Rosa al contrario se iba poniendo más feliz cada día que pasaba,
al sexto día la serena se volvió a escuchar pero esta vez todos los de la casa
la escucharon y salieron a ver, cuándo los padres de Rosa salieron a la entrada
de la casa solo vieron a un charro enano que iba montando un caballo y cargaba
una guitarra a sus espaldas y después escucharon un fuerte golpe, subieron al
cuarto de rosa y la encontraron desmallada, ella estaba muy enferma y ardía en
fiebre.
Los padres no se explicaban lo que le
pasaba a su hija e inmediatamente pensaron en José, pues creían que él le había
hecho algo, no más amaneció y fueron a la casa del joven encontrando una
respuesta desconcertante de la madre del joven, pues según esta, José había
muerto días atrás cuando regresaba de casa de su novia y según la versión más
acertada había sido atropellado por una bestia de carga.
Los padres regresaron a su casa para
ver como seguía Rosa, quien había quedado con el doctor de la ciudad, pero la
muchacha solo empeoraba y según el doctor moriría pronto pues su fiebre estaba
muy alta y no respondía a los procedimientos de esa época, en la noche de ese
mismo día ocurrió lo trágico Rosa había muerto, lo más extraño era que cuando
sus padres entraron al cuarto a recoger su cuerpo este tenía una trenza, que
nadie explicaba cómo se la había podido hacer pues ya no reaccionaba y a la
chica no le gustaba ese tipo de peinados.
Ya en su velorio ocurrió algo aún más
extraño, se recibió la visita de un charro que vestía completamente de negro y
llevaba un gran sobrero, este personaje lloro delante del ataúd de Rosa
amargamente , cabe señalar que sus lágrimas según los relatos de aquellos
tiempos eran como de cristal, desde ese momento corrió el rumor que si una
muchacha no se casaba joven se la podría ganar el sombreron, un extraño jinete
que recorría bajo la luna llena las calles empedradas de la ciudad de las
perpetuas rosas buscando cada vez a una bella joven a quien conquistar.
Comentarios
Publicar un comentario