Este fue el caso de un tal Fernando que a sus 23 años se creía el dueño
del mundo y junto a sus amigos hizo una apuesta que terminaría con su vida, ellos
apostaron que el que se atreviera a ir a cierta laguna a la media noche ganaría
diez mil pesos que todos habían juntado, por supuesto que todos aceptaron pero
el único que llego a aquel lugar fue Fernando.
Cuando llego al lago todo marchaba bien incluso llamo a unos de sus
amigos con el cual había apostado, preguntándole el porqué de su ausencia a lo
que su amigo le contesto que no quería exponerse a nada peligroso y que
prefería perder el dinero, Fernando comenzó a burlarse de él y con esto gano
que su amigo se enfadara y le colgara.
Entonces se puso a caminar alrededor del lago y no noto nada extraño por
lo que se sentó un rato en la orilla para ver si los otros dos sujetos con los
que había apostado llegaban, pero estos no lo hicieron por lo que Fernando al
ver que ya era la media noche decidió irse y dejar su mochila como seña de que
había cumplido la apuesta entre unos matorrales para que nadie la pudiera
robar.
Ya se estaba yendo cuando escucho un ruido en el lago como si alguien
hubiera arrojado una piedra algo pesada y cuando volteo para ver si no se
trataba de alguno de sus compañeros de la apuesta, vio a una horrible mujer que
flotaba en el medio del lago y que vestía un muy largo vestido blanco.
Fernando salió corriendo pero no sirvió de nada, pues aunque corriera lo
más rápido que podía siempre podía oír detrás de él el escalofriante grito de
la llorona, el volteo por segunda vez y ahí fue cuando pudo ver el rostro de la
llorona, de sus ojos y boca brotaba sangre, después de eso solo se pudo
escuchar el grito de dolor de Fernando al momento de morir por la culpa de
aquel ser.
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