Se dice que la minserota es una bruja que nació en América, siendo su padre un esclavo africano y su madre una indígena, esta bruja se lleva a los niños a la selva en donde los usa como su comida, prefiere a los bebés y raramente mata y come a un adulto pues su carne no es tan tierna como la de un niño. Cierto día una familia salió de día de campo a un río que quedaba cerca de la selva, todos se divertían, más los niños que eran 2, una pequeña de 6 años y otro niño de 7 años. Sus papás estaban a la orilla del río, donde sus hijos jugaban tranquilamente.
De repente comenzó a aparecer una niebla, que causó un efecto somnífero en los padres de los niños, pero estos no vieron nada pues seguían jugando y retozando en el agua. Después de un rato, los niños decidieron salir del agua, pues ya tenían hambre. Encontraron a sus padres dormidos y por más que intentaron, no pudieron despertarlos. Un olor dulce captó su atención, el cual provenía de una pequeña montaña. Sin dudarlo, los niños, por la intensa hambre que tenían, fueron a ver que era ese aroma tan dulce.
Llegaron a una especie de cueva, en donde había un fogón, en el cual se encontraban friendo unos plátanos. Los niños gustosos con el olor y sabor dulce de los plátanos, se los comieron y justo cuando terminaron, apareció una figura humanoide, que no se podía ver muy bien por la obscuridad de la cueva. Cuando ese ser se aproximó más, los niños vieron que se trataba de una anciana decrepita, de cabellos blancos y una figura muy delgada, la cual dejaba ver toda su osamenta, parecido a un esqueleto andante.
La mujer les dijo muy enojada que habían devorado su comida y que, en castigo por eso, se los iba a comer, a lo que los niños respondieron con un grito y salieron corriendo hacia donde se encontraban sus papás. La bruja los siguió y cuando los alcanzó los tomo del cuello con sus manos huesudas y los llevó al interior de la cueva, en donde solo pudieron ser escuchados los gritos de los niños, cuando eran engullidos por aquella bruja.
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