Alberto e Ignacio siguieron su camino con mucha cautela, llevaban el rifle con solo siete balas. En el camino, Ignacio le platicó a su amigo una antigua historia sobre los hombres bestia, en donde decía que cualquier persona que era mordido por algunos animales, se convertían en bestias terribles.
Esta historia según Ignacio se la conto su abuela,
quien le dijo que para vencer a este tipo de criaturas era necesario cortarles
la cabeza, caminaron cerca de 2 kilómetros, comenzaron a ver las luces del
pueblo y en unos minutos llegaron a este. Tocaron en algunas puertas y muchos
hombres armados con machetes y garrotes se les unieron, pronto fueron un gran
número de pueblerinos quienes estaban ya reunidos, esperando a que la criatura
apareciera.
Como nadie se ponía de acuerdo decidieron
rastrear a la criatura con la ayuda de unos perros, quienes inmediatamente
dieron con el rastro y los llevaron hacia donde había muerto julio, la gente en
un acto de valentía, decidieron continuar con la búsqueda de la criatura.
Fueron conducidos por un gran llano el cual llegaba hasta un rio, pero antes de
llegar se toparon con otro ser, al que, Alberto, le disparó sus últimas siete
balas y logró acabar con él, por lo que descartó que se tratara del ser que
había matado a su amigo julio.
Después de acabar con el monstruo, Ignacio y
Alberto enseñaron lo que pasaba con las bestias después de muertas, pues se
transformaban en hombres. Uno de los ahí presentes lo identificó como su
hermano, el cual había desaparecido una semana atrás. Siguieron con la marcha y
llegaron hasta el río en donde pudieron ver a otro enorme monstruo, quien con
mucha facilidad destrozaba el caparazón de una tortuga, que tenía en sus
enormes fauces, llenas de enormes dientes puntiagudos.
La gente en ese momento rodeo al animal y
comenzaron a golpearlo, pero este demostrando una increíble fuerza derribó a
muchos y logró morder de muerte a otros, por lo que la gente comenzó a correr,
este ser los siguió en su huida frenética. Alberto al ver esto tomó un machete
y acercándose a la bestia le propinó un machetazo justo en el cuello, a lo que
el monstruo respondió con un terrible grito de dolor, no sin antes propinar un
zarpazo que hirió gravemente a Alberto, por lo que no pudo hacer nada más.
Las personas al ver que la bestia ya estaba
casi rendida siguieron macheteándola en el cuello, hasta que le lograron
arrancar la cabeza y fue en este momento que cayo muerta y rápidamente cobró la
forma de un hombre, un hombre llamado Octavio, el cual era conocido en la zona por
ser traficante de animales. Después de esto, al amanecer Alberto fue trasladado
a un hospital de una gran ciudad cercana en donde fue operado y se recuperaría
muy bien...
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