En una ocasión,
Luis un joven de preparatoria que se había quedado hasta tarde en el colegio,
iba caminando por un callejón largo y obscuro que lo llevaría a su casa, este
era un poco angosto y se encontraba entre unos edificios deshabitados. Ahí se
decía que practicaban brujería y que muchas veces encontraban cosas raras como
amarres y esas cosas, pero en esa ocasión todo parecía tranquilo, la noche era
un poco clara pues la luna estaba en su máximo esplendor.
Eran como las
9:00 PM cuando Luis tuvo que pasar por ahí, tenía un sentimiento de recelo, al
ir caminando en aquel solitario y obscuro callejón, que no podía ser iluminado
por la luna, debido a la posición de los edificios, quienes la cubrían. Cuando
faltaban poco para llegar a su casa sintió que alguien lo seguía, volteó y no
había nadie detrás, siguió caminando y sintió lo mismo. Lleno de temor comenzó
a caminar más rápido, pero parecía que iba más lento.
Faltando unos
metros sintió una mano que tocaba su hombro derecho y con esto se estremeció,
casi se desmaya del susto, no quiso voltear y siguió su camino. Llegó a su casa
y su mamá le dijo que, por que tenía la camisa manchada de sangre en su hombro
derecho. Luis no pudo responder y le contó lo sucedido, su madre le dijo, que
lo bueno era que no había volteado por segunda vez, pues si lo hubiera hecho,
la bruja de ese lugar lo habría matado, pues se decía que también se hacían
sacrificios humanos.
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