Esta leyenda es muy parecida a la del
Cadejo pues la persona que me la contó me dijo que era un tipo de Cadejo el
cual yo desconocía, por eso no está en la descripción de animales
espectrales. La historia se las escribo tal y como me la contaron.
Un señor llamado juan, tenía un taller mecánico a las afueras de la ciudad y por este motivo, también tenía dos perros muy bravos, para que defendieran su taller de cualquier intruso, cabe señalar que uno era blanco y el otro tenía un tono medio gris. En una ocasión don juan se quedó hasta tarde en el taller, con uno de sus ayudantes, pues tenían que reparar un carro para el día siguiente, pero como no pudieron encontrar las piezas a tiempo, no terminaron durante el día. Como ellos estaban ahí, no cerraron el taller y dejaron que los perros caminaran un rato, pues durante el día los tenían amarrados.
Viendo que los perros corrían felizmente, teniendo un rato de libertad, los mecánicos continuaron su trabajo y se entretuvieron mucho en ello, por lo que no se fijaron que el tiempo transcurría y terminaron casi a media noche, cuando don juan, al terminar la reparación, vio su reloj se dio cuenta que era muy tarde, y le dijo a su empleado que le ayudara a buscar a sus perros, por que no habían regresado, ellos buscaron por diferentes lugares, hasta que don juan se los encontró en una esquina, los llamó y los perros lo siguieron hacia el taller, en donde los iban a dejar cuidando.
Cuando faltaba una cuadra para llegar al taller, precisamente en una esquina, se les apareció un chivo color negro y la cabeza blanca, que tenía los ojos como brasas ardientes y que arrastraba cadenas, don juan al ver este espectro se quedó pasmado. El chivo se levantó en sus patas traseras y apoyó las pezuñas delanteras en el pecho del hombre. Estando en esa posición don juan sintió morirse, pero gracias a la ayuda de sus perros, logró salir con vida, pues estos atacaron al chivo, estaban en la riña cuando el mecánico vio que el chivo, a pesar de que eran dos perros, los golpeo con mucha facilidad y los dejó tendidos en el piso.
El chivo siguió atacando al perro blanco dándole una serie de patadas y envestidas, mientras que al gris no le hizo casi nada. En eso llego el ayudante de don juan, quien era muy creyente de la santa cruz y alzando un crucifijo hizo que el chivo huyera del lugar. Después de esto regresaron al taller en donde curaron las heridas de ambos perros y comenzaron a mejorar, días después el perro blanco murió y dicen que este ser, en base al comportamiento que mostró en la leyenda, ataca a los animales, especialmente a los de color blanco, pues es un color puro, que la maldad nunca tendrá.
Viendo que los perros corrían felizmente, teniendo un rato de libertad, los mecánicos continuaron su trabajo y se entretuvieron mucho en ello, por lo que no se fijaron que el tiempo transcurría y terminaron casi a media noche, cuando don juan, al terminar la reparación, vio su reloj se dio cuenta que era muy tarde, y le dijo a su empleado que le ayudara a buscar a sus perros, por que no habían regresado, ellos buscaron por diferentes lugares, hasta que don juan se los encontró en una esquina, los llamó y los perros lo siguieron hacia el taller, en donde los iban a dejar cuidando.
Cuando faltaba una cuadra para llegar al taller, precisamente en una esquina, se les apareció un chivo color negro y la cabeza blanca, que tenía los ojos como brasas ardientes y que arrastraba cadenas, don juan al ver este espectro se quedó pasmado. El chivo se levantó en sus patas traseras y apoyó las pezuñas delanteras en el pecho del hombre. Estando en esa posición don juan sintió morirse, pero gracias a la ayuda de sus perros, logró salir con vida, pues estos atacaron al chivo, estaban en la riña cuando el mecánico vio que el chivo, a pesar de que eran dos perros, los golpeo con mucha facilidad y los dejó tendidos en el piso.
El chivo siguió atacando al perro blanco dándole una serie de patadas y envestidas, mientras que al gris no le hizo casi nada. En eso llego el ayudante de don juan, quien era muy creyente de la santa cruz y alzando un crucifijo hizo que el chivo huyera del lugar. Después de esto regresaron al taller en donde curaron las heridas de ambos perros y comenzaron a mejorar, días después el perro blanco murió y dicen que este ser, en base al comportamiento que mostró en la leyenda, ataca a los animales, especialmente a los de color blanco, pues es un color puro, que la maldad nunca tendrá.
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