Un chico normal y corriente experimenta un viaje astral, comienza teniendo miedo por la situación que experimenta, pero pronto se acostumbra a esto, aunque pronto se dará cuanta que no está solo en el plano astral, cuando recibe la visita de dos demonios… Esa misma noche tenía miedo de dormir de nuevo, ya que pensaba en que me sucedería lo mismo, peleé y peleé contra el sueño, pero contra un gigante no se puede ganar así que a las pocas horas me quede dormido, sumergido en mi sueño, un sueño involuntario que temía que sucediese pero aun así sucedió. ¡Sucedió!, si, lo mismo de la noche anterior, nuevamente me levante de improviso y mi cuerpo astral se separó del físico, dejándome una vez más confundido y temeroso, pero esta vez era diferente, el ambiente se notaba un poco pesado como si algo o alguien me observar en cualquier rincón, pensé que era imposible pues a tu cuerpo astral nadie lo puede ver, pero pronto me daría cuenta que estaba muy equivocado. Camine por